A los 82 años se apagó la vida del gran Orlando “tijerita” Charadía. Una gran pérdida para su familia, para la ciudad y para una institución que lo llora.
El popular “Tijera” era peluquero de profesión, pero su verdadera pasión fue su Club. El Club Juventud donde supo forjar el amor de generaciones y generaciones y se ganó el respeto de todos, de propios y rivales.
Varias generaciones que pasaron alguna vez por la institución auriazul, en el “viejo Juventud” o en el renovado, seguramente guardan un recuerdo de él. Ya en los últimos tiempos por el Club con un andar cansino y prendido al alambrado siguiendo con su vista a la pelota que tantas veces fue caprichosa y dejó sin éxitos deportivos al Club de sus amores pero que finalmente dio varias alegrías a don tijera cuando ya peinaba canas.
En sus últimos años estaba al resguardo y bajo el amor de su familia y este 28 de Octubre emprendió su viaje hacía la eternidad dejando una huella terrenal que nadie podrá borrar.
De aquí en más, en realidad como siempre, cuando alguien hable del Club Juventud Urdinarrain indefectiblemente pensará en el Gran “Tijera Charadía” y los domingos de fútbol siempre desde algún lugar estará presente porque como él no dejó que desapareciera su Club, ahora serán sus hinchas quienes jamás dejaran que se olvide su obra y su nombre. ¡Hasta siempre “Tijerita”!

El popular «tijerita» en su peluquería junto a su sillón de peluquero y recortes de fútbol por todos lados.
***En el año 2014, el autor de esta nota entrevistó a Orlando Charadía para la edición del domingo de Diario El Día de Gualeguaychú donde el mismo relató parte de su historia de vida. Les compartimos aquella nota***
“Tijera” Charadia: Una vida dedicada a su pasión
Orlando Charadia es una de las personas más reconocidas de Urdinarrain. Su nombre es sinónimo del Club Juventud. El día del hincha “liebrero” se celebra el 28 de febrero en honor a su nacimiento. Fue peluquero de profesión y un hombre que le dio su vida al club que nació en un barrio marginado del pueblo. El día que Juventud obtuvo su primer campeonato tuvo una particular forma de seguir el partido
JUAN FERNÁNDEZ
Orlando Gerónimo “tijerita” Charadia hoy tiene 75 años y nació un 28 de Febrero en los campos conocidos como la “represa negra”, y la historia de su vida ronda alrededor del Club Juventud Urdinarrain, institución de la que fue hincha, jugador, dirigente y director técnico. El club que nació en uno de los barrios más humildes de la ciudad, por lo que fue muy difícil en esos años que pueda subsistir y estuvo a punto de desaparecer y quedar en el olvido, pero su decisión y la de algunos de sus amigos, los llevó a luchar por mantener viva una institución que hoy con el pasar del tiempo es un ejemplo de perseverancia y crecimiento.
Resulta muy difícil hablar de la historia de vida “tijerita” y dejar al margen al Club, porque el mismo cuando se hunde en el recuerdo, habla, solo un poco, de su peluquería y enseguida solo renace su amor y pasión por aquel club al cual le entregó la vida.

El popular «tijerita» en su peluquería junto a los cuadros que lo reconocen como socio vitalicio y establecen el día de su cumpleaños como el día del hincha liebrero
Orlando nos recibió en su peluquería donde hoy a pesar que ya no funcióna y no recibe a clientes, aun lo visitan personas donde casi siempre el motivo de las charlas es su querido Juventud, esta vez no fue distinto porque cuando se encendió el grabador enseguida comenzaron los recuerdos que siempre terminaron en su querido club…
¿Cómo comenzó su vida en este pueblo?
Yo nací en la zona del campo represa negra donde estaban todos los Charadia, después nos fuimos a Britos donde estuve hasta que hice el servicio militar, después de eso nos vinimos a Urdinarrain. Mi padre tenía una fábrica de aluminio donde él era socio, pero luego esa fábrica empezó a andar mal y yo tenía la vocación de peluquero y una tarde fui tomar mates a un taller y llegó un hombre que no se había podido cortar el pelo porque estaban todas las peluquerías llenas, entonces ahí vine y me compre todas las cosas para cortar pelo y no lo pensé. Salí de la fábrica y empecé a cortar el pelo y luego pusimos una peluquería en el año 1967 junto a Pablo Danna en plena Avenida Libertad. Nos fue bien con la peluquería y luego quedé solo porque Pablo no le gustaba estar encerrado y se dedicó a otra cosa, pero en esa peluquería era todo deporte porque andábamos en todo, en básquet, maratón, fútbol, ciclismo porque éramos jóvenes…
Después comencé en Juventud como jugador, pero porque me gustaba, porque era bastante pata dura. Luego integré la comisión y siempre luchando porque era un lugar muy pobre, Juventud estaba en la liga de Basso y el Dr. Rota que estaba en Deportivo insistía para que los clubes nos vayamos a la liga de Gualeguaychú e hicimos todo lo posible y pudimos pasarnos de liga…
¿Usted fue participe del traslado de lugar del Club?
Sí; yo era el presidente, el club en esa época estaba por desafiliarse porque no teníamos gente para trabajar… ni jugadores, teníamos la nota hecha y todo para la desafiliación, y un domingo me fui a lo Juan Jorge Stauber y el lunes teníamos que llevar la nota, ese día hablamos que era una lástima perderlo todo y nació la propuesta de ingresar con una sola división y pedirle prestado jugadores a Deportivo y así fue, Deportivo nos prestó a Román, el “negro” Mendoza y “dadito” Cariaga, hicimos el equipo y tuvimos una linda campaña y ahí contactamos varios amigos que se entusiasmaron y empezaron a trabajar pero con la condición de sacar el club del barrio en el que estaba porque no había posibilidad de crecer en ese lugar porque no teníamos espacio. No reuníamos dinero porque era un barrio muy pobre y la mayoría de la gente miraba los partidos desde la calle ya que no había tapiales ni alambrados, solo nos juntábamos para jugar porque no teníamos luz para practicar, ni nada…
¿Hoy que siente al ver el Club en la actualidad?
Es un lugar espectacular, vino gente con mucho impulso porque todas las obras la hizo la misma comisión, el club está muy cambiado, pero yo ahora voy poco porque tengo que cuidarme, aunque aún voy, pero lo único que hago es matar hormigas.
¿Cuál fue el día más especial que vivió con Juventud?
El campeonato que ganamos en primera división fue muy especial, pero yo no pude ir, fue toda mi familia pero yo no podía ir por los nervios, (Juventud definía el campeonato con Central en Gualeguaychú). Me quedé solo en mi casa y a la hora que estaba por empezar el partido, agarré la radio y me acosté, aunque no podía dormir. En eso llegó mi nuera y me dejó un pedazo de torta y yo tenía apagada la radio y ella me dijo: ¡Orlando, Juventud está ganando 1 a 0! entonces me puse tan nervioso que ya no pude estar acostado, agarré la camioneta y me fui hasta Gilbert, de a ratos encendía la radio y calculaba la hora del partido pero no pasaba nunca. Me volví a Urdinarrain con la radio apagada y me fui hasta Britos y cuando volvía miré el reloj y ya debía estar la hora cumplida, entonces paré la camioneta frente a la comisaria y encendí la radio y ahí escuché: ¡Juventud Campeón!!! Nunca habíamos salido campeón en primera división. (Cuenta tijerita mientras sus ojos se llenan de lágrimas de emoción)…

En 2018 don Orlando recibiendo la alegría de otro titulo para su amado Juventud. (Foto Marcelo Zaragoza)
¿Y el día más triste?
Y cuando descendimos era todo muy triste, llorábamos todos, era un duelo terrible pero yo no le tengo miedo al descenso porque se renueva todo y después vas con todas las ganas de ascender y los ascensos fueron muy lindos y con una multitud que nos acompañaba…
¿Su familia nunca le cuestionó que le dedique tanto tiempo al club?
Mi familia siempre me apoyó, mi señora hasta les cocinaba a los jugadores que traíamos de afuera, es una mujer que gracias a Dios (el me la dio) y nunca me reclamó nada, porque yo lo hacía porque me gustaba y de buena fe. Hasta se aguantaban mis reuniones donde yo volvía tarde… Mi hijo fue arquero pero después se inclinó por los fierros y uno de mis nietos es arquero de Deportivo pero yo no digo nada porque vivo para ellos y soy democrático, además nunca tuve problemas con la gente de Deportivo y es más, hasta cuando salimos campeones vinieron hinchas y jugadores de Deportivo a saludarme y me decían ¡felicitaciones tijera vos te lo mereces!…
El popular tijera Charadia se llena de recuerdos y mira agradecido cada vez que se le recuerda que hoy la cancha de bochas que hay en la institución, lleva su nombre y que además se decretó en el club que cada 28 de Febrero se celebra el día del hincha liebrero… en merecido homenaje a quien le entregó su vida a la institución que siempre fue su gran pasión.

El gran «tijerita» y la Copa de Campeón junto a su hijo Javier, familiares y amigos (Foto Marcelo Zaragoza)